jueves, 28 de junio de 2012

Cuentacuentos

Hablando con amigos del «gremio» de los narradores orales —entre otros temas, ya que sale la palabra «gremio», de las asociaciones y la necesaria colaboración entre ellas, sin partidismos exclusivistas ni, menos aún, el aprovechamiento personal que se constata en alguna red; y favoreciendo la adecuada formación de los que empiezan—, constato que una mayoría son poco amigos del término «cuentacuentos». Tiene, en efecto, muchas connotaciones negativas.

En primer lugar, su formulación es poco agraciada, por lo repetitiva: cuentista, cuentero o hasta contador dicen lo mismo sin dudupliplicarcarlolo. Luego, muchas librerías y unas pocas bibliotecas lo rematan con las estructuras más sosas del castellano: «el próximo jueves haremos un cuentacuentos» (o tendremos), donde de pronto, un cuentacuentos ya no es una persona, sino una acción; y por descontado, no se menciona al autor de la narración (que autor es, de un acto único). Por último, para quienes cuentan para adultos, y en el oficio es habitual actuar para los dos públicos, la palabra carece de uso. Y por reúltimo, suele asociarse a tarifas bajas y actuaciones ajenas a la profesionalidad, más próximas a un hinchador de globos que a un narrador verdaderamente preparado. Cuando de un acto de narración los niños se quedan sobre todo con el perrito de globoflexia, es como cuando en un encuentro con un autor se quedan sobre todo con la chapita o el punto de libro: vale, pero la meta principal no se ha logrado.

Pero yo, pese a todas estas pegas, me quedo con la ilusión de los niños cuando te reciben en una escuela con la pregunta tímida, de ojos chispeantes: «¿Tú eres el cuentacuentos?». Para ellos, eres el medio anónimo que desarrolla una función esencial, con la que se emocionan, se divierten, descubren el mundo y se descubren a sí mismos. Ahí somos el juglar medieval que no pasa a la historia, pero sí al corazón de quienes lo escuchan. Así que la designación cuentacuentos, cuando la dicen los niños, no me enfada sino que me ilusiona.

5 comentarios:

  1. Yo estoy la mar de contento de que cuentacuentos haya entrado en el diccionario.

    Sí, la verdad es que en muchos lugares esa palabra se ha denostado y se vincula a trabajos donde por encima de la narración, de la palabra, aparecen disfraces, narices de clown, canciones de animación, globos o presentaciones poco cuidadas, cutres o incluso malas. Pero no siempre es así. Hay compañeros que trabajan muy bien dejando a la palabra su espacio correspondiente. Además, como bien señalas, es más la denostación entre los adultos que entre los niños y, quizá, desde la profesión más que desde el público.

    Yo la intento evitar, pero a veces no es posible. De todos modos, la dignificación del trabajo, más allá de elegir un nombre bajo el cual definirnos, se realiza mayoritariamente con el trabajo. Trabajo y más trabajo. Solo presentando buenos trabajos podremos diginificar el oficio, sea el de cuentacuentos, el de narrador, el de contador de historias.

    Además, el hecho de que se incluya en el diccionario creo que manifiesta la relevancia que nuestro oficio tiene no solo en la sociedad sino en el lenguaje y eso, qué carajo, es importante.

    Gracias por tus reflexiones guapo.

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    1. Y con ese trabajo, además, sobre todo si, como quizá ocurre cada vez más, los programadores respetan al modo en que suelen hacerlo por ejemplo los maestros, el anonimato se disuelve y uno puede ir a "escuchar a" tal o tal otro narrador/cuentacuentos/cuentista. Con el nombre y apellidos que, en muchos casos, es la marca de su calidad.

      Abrazo, Félix

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  2. Darabuc, gracias por la entrada. Tal vez podrías añadir algunos enlaces de blogs de cuentistas que han hablado sobre ello. Creo que además del blog de Félix y el mío propio hay alguno más. Un abrazo

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    1. Sí, la idea de los enlaces no es mala en sí, desde luego. Solo que siendo este principalmente un blog de blogs, donde casi todo son enlaces y referencias a otros, por una vez, ¡se va a quedar sin enlaces!

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  3. SALUDOS. LES INVITO A CONOCER MI LIBRO "TRES CUENTOS Y UNA HISTORIA" ESTAMOS SEGUROS DE QUE NO SE DECEPCIONARÁN. wwww.ozu-libros.com ENCONTRARAN NOVELAS CON UN ESTILO RICO EN LENGUAJE, ELEGANTE PERO FLUIDO Y DINAMICO. SALUDOS. ATTE OZU

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